El día 13 de Marzo de 2020 se decretó la Cuarentena en Venezuela, desde ese día estamos encerrados en nuestras casas, para bien, o para mal, además sin gasolina.
En nuestra Venezuela acabada, pisoteada, empobrecida hemos estado encerrados, aterrados de contagiarnos de COVID y no tener recursos para comprar medicinas, o para pagar una consulta médica, son muy pocos los que tienen un seguro médico, son pocos los que han podido seguir produciendo dinero para sufragar los gastos de los servicios, de Colegio (en mi caso), de Alquiler etc.
Siento que aún estamos en el ojo del Huracán, uno que lleva 22 años posado en nuestro país y no quiere irse, todavía quedan cosas por arrasar.
Han muerto muchas personas, muchas más de las que el gobierno dice, se han contagiado familiares, gracias a Dios, todos han salido airosos de este virus, han muerto amigos de mis amigos, gente valiosa, productiva médicos, enfermera(o)s, gente con dinero, gente sin dinero.
Terminó el año escolar y sigue el encierro, hay que cuidarse, ni soñar enfermarse.
Anuncian el nuevo año escolar on line (al menos no tendré que comprar uniforme, pensé) tienen que tener 11 cuadernos, tener cámara, micrófono, un lugar para ver clases con medianas condiciones y, el uniforme!. (Qué? esta gente está crazy! pensé).
Me puse a hacerle cuadernos a mi hijo (de los 11, hice 9) y, pensé, quiero una libreta de hojas de puntos para hacer dibujos y letras, vi muchos videos de You Tube para aprender, después de los cuadernos, hice mi primera libreta, no quedé muy contenta con las esquinas, así que tomé un curso. Ahora estoy metida de lleno en el mundo del papel, las telas, el cartón 1 en Kilo, la pega blanca, las cintas, algo que me ha ayudado a generar algo de ingresos porque estoy empezando, pero que también me ha hecho poner en mi mente otro tipo de pensamientos, una parte de mi va en cada libreta que hago y eso, me llena de satisfacción.
Han sido días duros, de mucha tristeza, de incomprensión, de preocupación por los enfermos cercanos, de ese sentimiento de incapacidad de ayudar por no estar cerca, por la falta de dinero, o por la falta de gasolina, han sido días de pensar en que el futuro con un vida normal no será posible en mucho tiempo, que la idea cercana de ver a mis hijos grandes es ahora lejana, que los planes de abordar un avión se fueron al caño.
Finalmente ya es Diciembre, hemos sobrevivido, al menos la familia cercana está completa y eso es un Éxito total y absoluto, aunque no podamos vernos ni abrazarnos, estamos completos, es ganancia. Mis amigas cercanas están completas (también es ganancia), mis hijos que viven fuera están sanos. Gracias a Dios, hemos sobrevivido todos a este año tan loco, tan incierto, tan absurdo.
La Vida sigue siendo bella...
