Llegue a los Cincuenta, en un rodar de la Vida, en un ir y venir, en altos y bajos, llegaron los 50, lamento sentir en lo profundo de mi ser, que éste no es precisamente el mejor momento, quería celebrar en el mar con mi madre, pero ella no está y Venezuela está pasando por uno de sus peores momentos, al menos vividos por mi en estos 50 años, no imaginé ni por un instante en que viviríamos algo así, no hubo mar, aunque torta si!.
Balance? Ni hablemos de eso, 3 hijos sanos es lo mejor que he cultivado en mi vida,y, el sentimiento de que falta algo aún, un vacío queda por llenar, con el firme propósito de llenar ese vacío empiezo a transitar el camino hacia los 51, esperanzada de que las cosas mejoren... He tomado el pasatiempo de pintar Mandalas desde mi operación de Apendicitis estoy pintando, así pasé mi recuperación, esto me ha mantenido tranquila, me relaja y lo disfruto mucho, ha sido una buena manera de ayudar a mi psiquis a llevar el peso de lo que vivimos.
Agradecida? Claro que si, por mis hijos, mi familia, mis hermanos y sobrinos, por el crecimiento personal y profesional de todos, por la Salud, por la mía y por la de todos, por el descubrimiento de una Elicenda que habita dentro de mi, que no se deja, que no permite que la saquen de su centro, de su esencia, que algunos días amanece deprimida y otros contenta y esperanzada, que sueña despierta con el amor y la vida libre total y absoluta ... Brindo por eso, por mis amigos, los que están y han hecho de mi vida feliz y por los que se fueron y me dejaron grandes alegrías, las cuales sigo disfrutando en la quietud de mis recuerdos, sobre todo a ti Manuel, que siempre me diste cariño y sabiduría a pesar de la distancia que siempre fue una enemiga a vencer, espero que desde donde estés me sigas cuidando como siempre lo hiciste.
Me despido, por ahora...
La Vida es Bella
