Dulce entró a la oficina en compañía de sus otras amigas,
cuando los presentaron, ella sintió un corrientazo en el estómago y nunca más
dejó de sentirlo. Mario es lo que lo llamamos las mujeres un “mangazo” y para
Dulce era, además de eso, un papacito
bello, dulce, amable, caballeroso tiene todo lo que una mujer ama en un hombre.
Se enamoró locamente de él, a pesar de que ella tenía su
compromiso, fue algo que ella no pudo y no quiso evitar, y sabía que el
sentimiento era mutuo pero, muy dentro ella había una pelea entre el
sentimiento y el raciocinio, pensaba: él se merece una vida tranquila, un amor
que le dé hijos, un amor sin sobresaltos, sin discusiones, todo eso Dulce no
podía proporcionárselo (al menos eso pensaba), y por el otro lado la piel le reclamaba su
pasividad. Pasaron muchos meses de lucha continua entre la piel y la razón,
pero Dulce no podía perderse el placer de llenar sus ojos de la pureza del
amor. Hacía las cosas más locas que nunca imaginó y él sin saberlo, acompasaba
sus locuras; ella tenía sus momentos de libertad y los aprovechaba para dar rienda
suelta a sus emociones, donde quiera que iba él siempre estaba en sus
pensamientos, en sus proyecciones del que pasaría si? Cómo sería si?...
Locuras. Muchas de sus acciones obedecían a su amor por él, calladamente, se
vestía para él, se arreglaba para él.
Pasó el tiempo y la piel perdió la batalla, él consiguió lo
que ella llamaba, su destino: su mujer, sus hijos y ella se apartó, pero nunca
lo olvidó, siempre presente en sus fechas importantes, siempre presente en sus
pensamientos, Mario es el amor que no pudo ser (porque ella lo decidió así
unilateralmente), pero, que de alguna manera sigue llenando su corazón de
esperanza, su mente no olvida aquellos pocos momentos de tanta intensidad que
vivieron. Esto es lo que Dulce llama: Amor verdadero, ese que te llega una sola
vez en la Vida y tú, lo tomas o lo dejas, por propia decisión.
Dulce siempre recuerda con un dejo de tristeza, la música
que le sonaba en la mente, en aquel tiempo, romántica como fue, esta era una de esas…
Si tu me dices ven, lo dejo
todo
si tu me dices ven, será todo para ti
mis momentos más ocultos,
también te los daré,
mis secretos que son pocos,
serán tuyos también.
si tu me dices ven, será todo para ti
mis momentos más ocultos,
también te los daré,
mis secretos que son pocos,
serán tuyos también.
